Andorra, para muchos un lugar donde simplemente se practica
el esquí, para otros, un lugar donde sentirse libre. No me refiero a una
libertad física, sino que el hecho de encontrarnos por encima de las nubes en ese
paisaje eternamente blanco, permite evadirnos de la realidad haciéndonos olvidar
por unos minutos todos los problemas. Esa sensación de estar por encima de las
nubes nos hace creer que hemos viajado a otra realidad muy lejana de la que se
vive en la ciudad y en la que no existen preocupaciones porque todo esta a nuestros pies, bajo control.
Salsil
Es espectacular... Un mar de nubes. A Friedrich le habría encantado.
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